PARÁBOLA DEL GRANJERO CHINO
Cuando estoy muy angustiada en mi vida me gusta volver siempre a la parábola del granjero chino. Unø no sabe lo que es bueno o malo. Se anima cada vez que pasa algo bueno, se desespera ante cada obstáculo, pero luego hay que dejarse llevar por las circunstancias actuales, el desconocimiento del “conocimiento”. Tal vez por eso las montañas callan, lo saben. Y quién ha caminado por ellas lo vislumbra. A continuación paso a retarles ese relato lleno de vitalidad y de sabiduría. PARÁBOLA DEL GRANJERO CHINO Había una vez un campesino chino que tenía un caballo. Todos los vecinos le decían, “ Qué suertudo eres, tener un caballo para jalar tu carruaje.” Y él decía: “Quien sabe.” Un día no cerró bien la puerta y el caballo se escapó. Todos los vecinos se acercaron aquella noche y dijeron: “Qué lástima.” Y él respondió: “Quién sabe.” Al día siguiente el caballo volvió, y trajo siete caballos salvajes con él. Todos los vecinos se acercaron y...