PARÁBOLA DEL GRANJERO CHINO

 Cuando estoy muy angustiada en mi vida me gusta volver siempre a la parábola del granjero chino. Unø no sabe lo que es bueno o malo. Se anima cada vez que pasa algo bueno, se desespera ante cada obstáculo, pero luego hay que dejarse llevar por las circunstancias actuales, el desconocimiento del “conocimiento”. Tal vez por eso las montañas callan, lo saben. Y quién ha caminado por ellas lo vislumbra.


A continuación paso a retarles ese relato lleno de vitalidad y de sabiduría.  

PARÁBOLA DEL GRANJERO CHINO

Había una vez un campesino chino que tenía un caballo. Todos los vecinos le decían, “Qué suertudo eres, tener un caballo para jalar tu carruaje.”

 

Y él decía: “Quien sabe.”

 

Un día no cerró bien la puerta y el caballo se escapó. Todos los vecinos se acercaron aquella noche y dijeron: “Qué lástima.”

 

Y él respondió: “Quién sabe.”

Al día siguiente el caballo volvió, y trajo siete caballos salvajes con él. Todos los vecinos se acercaron y dijeron: “¡Vaya, qué bien, qué buena suerte tienes!”

 

Y él contestó: “Quién sabe.”

Al día siguiente, su hijo intentaba domar uno de estos caballos, trato de montarlo, fue derribado y se rompió una pierna. Todos los vecinos se acercaron por la noche y dijeron: “¡Qué mala suerte te ha traído ese caballo!”

 

El granjero dijo: “Quién sabe.”

Al día siguiente los oficiales de reclutamiento vinieron a buscar gente para el ejército y rechazaron a su hijo, porque tenía una pierna rota. Y todos los vecinos se acercaron esa noche y dijeron: “Qué buena suerte tienen, ¿cierto?”

 

Y él  con profunda sabiduría y con profunda ignorancia contestó: “Quién sabe.”

 

LA MORALEJA USTEDES MISMØS.

FIN…

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Hay una delgada línea que separa la aceptación de la resignación, la resignación es negativa, la aceptación es positiva; pasa lo mismo con la fe y la esperanza, la esperanza es “mala” y la fe es “buena”, saludos. @Josephine_3

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

EL AMOR MODERNO.

LLUVIA.

Cuándo Es Bueno Y Sano Tener Esperanzas.